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Max Ernst

El pintor, escultor y artista gráfico alemán Max Ernst (Brühl, 1891 – Paris, 1976) es una de las figuras fundamentales del arte del siglo XX, periodo en el que formó parte de algunos de los movimientos artísticos de mayor trascendencia –sobre todo el dadaísmo y el surrealismo- y ejerció gran influencia sobre numerosos artistas.

Durante sus estudios de filosofía, historia del arte y psicología en la Universidad de Bonn se interesó por el arte hecho por enfermos mentales y fue un asiduo visitante de museos. Su decisión en 1912 de dedicarse de lleno a su formación artística como autodidacta, se debió sin embargo a su amistad con el pintor expresionista August Macke, miembro del célebre grupo El jinete azul.

Tras formar parte del ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial, entró en contacto con el movimiento artístico y literario dada, fundado en Zurich en 1916 por Hugo Ball, Tristan Tzara, Hans Arp y otros artistas participantes en el célebre Cabaret Voltaire, escenario fundacional de la revolución dadaísta. El movimiento se dirigía contra el arte convencional y los valores de la burguesía, a la que buscaba combatir mediante las armas de la palabra, la imagen y la representación provocadora. Haciendo uso de la sátira mordaz, la parodia inclemente y el recurso al absurdo, el antiarte dadaista consiguió romper tabúes y mostrar que el arte es más que una representación de la realidad. De su caldo de cultivo surgieron creaciones como el ready-made de Duchamp y la acción escénica de la performance y efectos perdurables sobre el arte moderno y el contemporáneo.

Max Ernst, vinculado tempranamente al dadaísmo, fundó en 1918 el grupo dadaísta de Colonia, del que fue principal impulsor. Experimentador infatigable, inventó técnicas innovadoras como el frottage y las empleó junto con otras, como el grattage y el collage, utilizando una extraordinaria diversidad de estilos y materiales.

En 1922 se trasladó a París, donde se relacionó con el grupo surrealista de André Breton y comenzó a pintar los primeros cuadros surrealistas, composiciones fantásticas, evocadoras de una metarrealidad, en la que se mezclan la experiencia empírica con percepciones oníricas y sedimentos del inconsciente.

En 1941, después de haber tenido una relación sentimental con Leonora Carrington, su alumna, emigró Ernst a los Estados Unidos con la ayuda de Peggy Guggenheim, que se convertiría en su tercera esposa en 1942. En 1946 se casó con la artista norteamericana Dorothea Tanning, su última esposa, y en 1953 regresó a Francia, donde obtuvo la nacionalidad francesa y sus obras gozaron de una notable revalorización.

Max Ernst, uno de los artistas más lúcidos y versátiles de la historia moderna del arte, ha dejado un legado impresionante de pinturas, dibujos, grabados, collages, esculturas y libros ilustrados. Su obra da testimonio de su inmensa capacidad de invención y de sus innovadoras técnicas de trabajo.

 
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