Leopoldo Nóvoa

Leopoldo Nóvoa (Salcedo, 1919 – París 2012), abandonó su Galicia natal en 1938 para establecerse en Montevideo, donde comienza a estudiar arquitectura y a trabajar en una fábrica de cerámica, experiencia que influirá en su trabajo artístico posterior, al igual que la vivencia de las inmensas extensiones naturales, que condicionarán toda su obra a través de la presencia del espacio.

En 1948 se traslada a Buenos Aires, donde realiza su primera exposición. Tras establecerse de nuevo en Montevideo a partir de 1957, se traslada definitivamente a París en 1965. En 1974 hace su primera exposición en la galería de Edouard Loeb, quien sería su galerista durante muchos años. A raíz de un incendio que en 1979 destruyó su taller parisino con todas sus obras almacenadas, convierte Nóvoa la ceniza en un elemento de su creación artística. Ésta adquiere frecuentemente un carácter matérico por el uso de la arena, la ceniza y otros materiales que confieren relieve y textura.

De sus incursiones en el arte de los murales destacan grandes obras realizadas en el Cerro de Montevideo, las Termas del Arapey (Uruguay) y el Parque de Santa Margarita en La Coruña. Su obra pictórica y gráfica, cercana a la cerámica, la escultura y el relieve, muestra colores que abarcan desde el negro más profundo a toda una gama de blancos, y alteraciones de la superficie como cortes, cráteres y otros accidentes.

Hasta su muerte en 2012, el gran pintor y escultor vivía entre París y su casa rural de Armenteira. La presentación en este programa de una selección de su extraordinaria obra gráfica y un libro de artista constituye un acontecimiento en el club.